Terapia infantil y juvenil
“La infancia no siempre es sinónimo de alegría. También ahí duelen cosas que necesitan ser escuchadas.”
La infancia y la adolescencia son etapas de enorme sensibilidad, transformación y descubrimiento. Pero también pueden ser momentos en los que surgen miedos, dificultades emocionales, cambios de comportamiento o desafíos que los niños, niñas y adolescentes no siempre saben cómo expresar con palabras.
La terapia infantil y juvenil ofrece un espacio seguro, cercano y adaptado a su etapa evolutiva, donde pueden sentirse escuchados, comprendidos y acompañados emocionalmente.
Trabajar desde edades tempranas no solo ayuda a aliviar el malestar actual, sino que también fortalece su autoestima, sus habilidades emocionales y su forma de relacionarse con el mundo.
Los motivos más frecuentes para acudir a terapia de familia son:
- Dificultades emocionales: ansiedad, tristeza, miedos, enfado, baja autoestima
- Problemas de conducta o desregulación emocional
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)
- Trastornos del aprendizaje y de la conducta
- Dificultades en la relación con los adultos o con otros niños/as
- Duelos, separaciones familiares o cambios importantes
- Situaciones de bullying o conflictos escolares
- Acompañamiento en la etapa adolescente (crisis de identidad, presión social, toma de decisiones)
Beneficios de la terapia infantojuvenil
- Favorece el desarrollo emocional saludable
- Mejora la autoestima y la confianza en sí mismos
- Desarrolla habilidades de comunicación emocional
- Ayuda a manejar la ansiedad, miedos y estados de ánimo bajos
- Mejora la conducta y la autorregulación emocional
- Acompaña procesos de duelo, cambios familiares o escolares
- Previene dificultades futuras
- Favorece la relación con sus figuras de referencia
- Acompaña el crecimiento en la adolescencia
- Ofrece un espacio seguro donde sentirse escuchado/a sin juicios

Acompañar su mundo emocional
hoy, es regalarles herramientas
para toda la vida.
